Catálogo
Denominación del Bien:
ANDAS DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES
Ubicación:
Santuario de Nuestra Sra. de las Nieves
Dirección:
Santuario de Nuestra Sra. de las Nieves
Municipio: Santa Cruz de La Palma
C.P.38414
Provincia:S/C de Tenerife
Región:Isla de La Palma
País:España
Situación: Almacén del Santuario de Ntra. Sra. de las Nieves
Descripción: altar-trono en plata repujada de los siglos XVII y XVIII
Autoría: Anónimo
Estado actual:Se encuentra en buen estado de conservación
Recursos asociados: Bajada de La Virgen de las Nieves
Fuentes consultadas:http://www.padulcofrade.com/articulos/08_breves/08_altar-trono_festivo_virgen_de_las_nieves_santa_cruz_de_la_palma.htm
OBSERVACIONES [Leer]
CONSTRUCCIÓN
En la documentación que posee el Santuario de La Patrona de La Palma, de fecha 3 de octubre de 1672, figura haberse fundido varias piezas de plata que tenía “La Morenita” para construir el magnífico y valioso trono del mismo metal, de estilo barroco, que hoy podemos admirar.
Los primeros objetos que se emplearon en esta fabulosa obra, fueron donación del Conde de La Gomera, don Gaspar de Guzmán, de don Miguel de Ceballos, de don Antonio Vasconcelos, de don Pedro Camacho y de don Pedro Massieu Van Dalle. Más tarde se añadirían muchos más nombres de acaudalados caballeros y de prestigiosas familias, amén de numerosos fieles y devotos de la Virgen, que, a través de los años harían nuevas aportaciones de objetos que, después de fundirlos, servirían para este trono, aparte de la plata adquirida con el peculio de la ermita.
Aquel mismo día de 1672, el orfebre don Diego González apreció todas las joyas de plata de la iglesia. Con ello se deduce que pudiera ser quien iniciara esta importante obra de arte.
El 16 de julio de 1733 se consigna haberse hecho la última grada y sus remates laterales. Así se confirma que el fabuloso trono fue realizado en un largo período de tiempo y, en consecuencia, trabajado por diferentes orfebres insulares, configurándose como un verdadero testimonio de piedad, devoción y arte, aportado por numerosas generaciones que han querido rendir honor y tributo a la Patrona de La Palma y de los Palmeros.
La grada superior, la más alta de todas, se construyó en 1967 y fue sufragada por don José Duque y Martínez y familia. Se sustituyó así una de madera tallada. Fue realizada en La Laguna por don César Fernández Molina. Se forma así una especie de pirámide de plata en cuya cúspide se sitúa el trono de la Imagen. Sobre los peldaños se colocan numerosos búcaros de plata y candeleros con velas para adornar el altar. Coincidiendo con el color de los diferentes trajes de la Virgen, así serán las flores empleadas en la exquisita decoración.
El altar-trono festivo completo tan sólo se arma una vez al año, para las celebraciones de las fiestas de la Patrona insular durante todo el mes de agosto. Cada cinco años tiene lugar la Bajada, por lo que éste es trasladado a El Salvador en romería, dentro de los importantes actos del amplio programa y allí queda expuesto todo el mes de julio. Más tarde se vuelve a colocar en el Santuario, durante todo el mes de agosto, para que, tras la Subida de la Virgen, en el día de su onomástica, 05 de agosto, sea allí entronizada. Muchos curiosos no quieren perderse el emotivo momento en el que las andas de baldaquino descienden lenta y majestuosamente por detrás del trono mediante un mecanismo invisible y silencioso, unos momentos antes de la procesión de La Virgen de Las Nieves, y cuando se produce el momento de elevación, tras su entrada y recolocación.
EL SAGRARIO
El sagrario fue hecho en 1713, perfeccionándose en 1720. Sobre él se sitúa un magnífico “Stabat Mater” pequeño, en el que destaca la Dolorosa, nimbada por un sol de plata, de estilo flamenco y que fue donación de don Alvaro Rodríguez Fernández. Se sitúa a los pies de un magnífico crucificado cuya cruz de madera noble está adornado por embellecedores de plata repujada en forma de coronas. Todo este conjunto también está nimbado, nuevamente, por un gran sol de plata de veintiún rayos. La puerta del bello sagrario tiene tallada la figura de un “Agnus Dei” o Cordero de Dios flanqueado por un banderín y en el centro de una mandorla.
HISTORIA [Leer]
La donación del frontal de plata del trono de la Virgen consta ante el escribano don Antonio Vázquez el 5 de junio de 1714. En este mismo día el Capitán “de a Caballo” don Francisco Ignacio Fierro de Espinosa, Sargento Mayor de La Palma, compareció ante dicho fedatario y declaró que su cuñado, don Juan Vicente de Torres Ayala y Santa Cruz, presbítero palmero y vecino de la ciudad cubana de Villa de Guanabacoa, le había enviado dicha pieza para Nuestra Señora de Las Nieves, la que fue entregada a su Mayordomo. En carta fechada por el señor Torres en La Habana, a 19 de enero de ese año, había dispuesto que sólo se usara en las festividades de La Virgen, como así ha sido hasta nuestros días.
Este frontal está formado por una chapa de plata recubierta de abundante decoración relevada que se distribuye en siete paneles verticales bajo una ancha banda longitudinal de la que los separa una moldura de perfil sinuoso. Sus medidas son 340 x 106 cms. El pormenorizado estudio efectuado por la querida y desaparecida profesora palmera Gloria Rodríguez sobre la platería americana en La Palma, y más concretamente sobre este frontal, ha sido una obligada e indiscutible referencia. Siguiendo con éste, allí se nos describe que los paneles rectangulares (68 x 45 cms) van bordeados por una moldura en la que se repiten motivos florales en torno a un marco de pequeñas bolas; dentro de ellos se han representado alegorías marianas tomadas de los textos del Antiguo Testamento: una palma, una fuente, un ciprés, una torre, un olivo, un pozo y otra palma. La ornamentación también incluye cabezas humanas de facciones indígenas muy marcadas, pájaros saliendo de flores, roleos vegetales, etc. Todo el conjunto toma un significado que va más allá de lo puramente decorativo y expresa plásticamente un cántico a la Virgen de Las Nieves.
CARACTERÍSTICAS [Leer]
Las andas de baldaquino de plata repujada, las más antiguas que se conocen en el Archipiélago, decoradas con motivos barrocos, datan de 1665 y su construcción se efectuó siendo administrador de las cuentas de fábrica el Sr. Guisla Van de Walle, que hizo grabar su nombre en los espejos elípticos que aparecen en los laterales de la base. Fueron encargadas al prestigioso orfebre palmero don Pedro Leonardo Santa Cruz, Capitán de las Milicias, pero falleció sin haberlas acabado. Por este motivo hubieron de ser enviadas a Tenerife donde se le dieron fin. Su costo total fue de 11.399 reales, según se detalló en las cuentas del 1 de agosto de 1698.
Sobre la peana central de plata donde va colocada la Virgen, a sus pies, está fijada un creciente de luna, regalo de don Juan de Oviedo, según la documentación de 1681. Años más tarde, en 1706, esta pieza se bañó en oro gracias a la generosidad de don Ambrosio Rodríguez de La Cruz, natural del Realejo Bajo y vecino de esta ciudad.
Se contabilizan 876 reales y 12 maravedíes gastados en la plata que se empleó en los remates y perillas que se colocaron encima de la cornisa del baldaquino, donde van insertados varios ramilletes de flores blancas. La plata de la mandorla o sol que nimba a la venerada imagen la donó doña María de Las Nieves Pinto y Vélez de Ontanilla, y la hechura y dorado se pagó con dinero propio del Santuario. Consta en 29 de diciembre de 1768 y se realizó en Tenerife. Se compone de un óvalo dorado y repujado del que cuelgan doce estrellas , seis en cada lado, y una paloma de plata (representando al Espíritu Santo), que pende sobre la corona de la Virgen, balanceándose con el movimiento del trono.
El orfebre Fernández Molina hizo un jarro de plata para sustituir al de madera que tenía las andas en el centro de su techo, a petición del devoto don Rafael De La Barreda y Díaz y familia.